"SUS MAJESTADES DEBERÍAN SER NUESTROS VASALLOS, ABDIQUE A FAVOR DE SU PUEBLO"
Como es una tradición de este blog, por estas fechas, premiamos de manera simbólica con esta “mención negra” como los palos quemados por el achicharre del fuego.
Es decir, equiparables a las mismas cualidades que sufre su propia población, chamuscada como consecuencia de tantos disparates realizados por las diferentes instituciones, teóricamente, defensoras de nuestros derechos.
Ya fueron distinguidos, por estas razones, PNV, PSOE y PP. Hasta ahora, efectivamente, todos partidos políticos, que a juicio de los donantes de este galardón, son merecedores de estos laureles negativos.
Este año, se lo vamos a otorgar a esa mal denominada: “Familia real”. Y si, les calificamos de esta manera, porque ya solamente en este concepto, existe la “desigualdad” con respecto a los demás paisanos.
Un incumplimiento claro de esa manoseada, vieja y desfasada Constitución, en el que se refugian muchos de esos llamados por nosotros, “políticos fariseos”, invocando siempre, cuando les interesa, tal artículo, manifestando su flagrante violación.
Mientras, contrariamente, miran para otro lado, cuando se trata de "sus Majestades" y demás parentela. Aparte, por supuesto, un largo etcétera que englobaría a los artículos escritos, donde se recogen los muchos derechos del Pueblo llano que son mancillados, una y otra vez. Ya saben, esos que se refieren, al trabajo, la vivienda, sanidad, educación…
Nadie de estos debería perder la memoria de lo que legislan, porque luego hay que cumplir lo que se escribe. Pero ciñéndonos a los “Tizones Itzubaltzeta” de este año, hemos decidido concederlo, por unanimidad a todos los miembros componentes de semejante “corona del deshonor”, para nada de oro y si, muy oscura, por tener conocimiento y consciencia real de los reproches que hacemos “algunos”, no sabríamos cuantos, puesto que en este País, los representantes teóricos, son los primeros interesados en que no se nos contabilice.
Extraño, poco consecuente y muy contradictorio con una Democracia que se precia de ello, en la que su Ley más importante, contiene un sinfín de “trampas legales”, que la hace imposible reformar. El resultado es que todos sabemos y debemos acatarla. Cualquier ciudadano si tuviera la vocación de la Política y fueran elegidos, su caducidad máxima sería de cuatro años. Eso sí, exceptuando si quisiera volverse a presentar y ser escogido de nuevo. Sin embargo, la Monarquía, es intocable en todos los sentidos.
Hace ya algún tiempo, en otra entrada relacionada con este tema, decíamos que los propios, es decir, los componentes de esta “Familia real”, deberían demostrar esa “hipotética grandeza”, exponiendo su honestidad y lealtad al Pueblo, sometiéndose al albedrío de este, no permitiendo que un dedo divino o papel escrito por un Dictador, lo dijera y unos políticos democráticos incipientes de hace 40 años, lo asumieran.
No es explicable que el actual Rey, una persona formada en otra época diferente, mantenga los mismos planteamientos que su padre. Decíamos, también, que sería inteligente por su parte, porque estamos seguros que ganarían adeptos, incluso, entre los que no les queremos.
Por esta razón, son dignos de estos maderos que echará nuestro colaborador especial, el “Olentzero” a la carbonera, representativo de su pésima gestión.
Al igual que los anteriores, no tiene emolumento alguno. Consideramos que sus “necesidades reales”, están más que cubiertas, aunque si, les dejamos exhibirlo en público, así como, coserlo en ropajes de modistos famosos y capa de armiño, para todos esos saraos de tanta alcurnia y revista de colorines del famoseo, chinchando a los de su clase social, con semejante premio.
Así mismo, sus “viviendas humildes” y demás posesiones, por otra parte pagadas por TODOS, podrán ser revestidas con este emblema tan significativo del "quemazón", que repetimos, “algunos”, les padecemos.
