lunes, 10 de diciembre de 2018

“CALABAZAS PARA LOS QUE NO SABEN PERDER”


                 EL AMPARO DE LOS VOTOS


   Como ya se esperaba, el partido “VOX”, de reconocida ideología ultra derecha, ha sido votado DEMOCRÁTICAMENTE, por 395.978 andaluces  (10,97%).
Además, los votos contabilizados han sido 3.691.859 (58,65%), la abstención era de 2.602.546, el 41,35%. El voto nulo, 81.133 (2,2%) y por último, el voto en blanco ha sido elegido por 56.916 (1,58%).

Hasta aquí, los datos oficiales que hemos copiado  para centrar esta entrada.

   Al día siguiente, tras las consecuencias de las "Elecciones andaluzas", con los votos otorgados a los diferentes partidos, con suerte dispar, nos hemos visto sorprendidos por diferentes manifestaciones de repulsa, convocadas por diferentes y amplios colectivos, incluyendo partidos como "PODEMOS", rechazando la nueva incorporación “VOX”, como partido elegido libremente con casi cuatrocientas mil personas de esta Comunidad.

Vaya por delante, que nosotros no somos sospechosos de apoyo a ese tipo de ideario, pero si afirmamos que aceptamos lo que otros votantes han decidido hacerlo así y rechazaremos siempre a aquellos que no sepan diferenciarlo, independientemente de sus opiniones, por muy contrarias que fueran a las nuestras.

Algún día, estos mismos, podrían ejercer su programa electoral ilegalizando un partido de izquierdas o de cualquier signo, por no comulgar con sus ideas.

   Por eso, la respuesta, debería ser la tolerancia y el respeto a los resultados electorales del Pueblo Andaluz, demostrando esa madurez democrática tan vociferada, ahora que se han celebrado los 40 años de esa manoseada y prostituida Constitución por gente tan teóricamente honorable.

Es lo que nos debería diferenciar dentro de la Ley, de  aquellos que no saben que las creencias de uno, no son las del otro. Por lo que la radicalidad de estas, pudiera estar en ambos lugares, por eso, el voto es lo que distingue quienes serán los que manden.

Tal vez, alguien de esos llamados “antifascistas”, deberían recapacitar las razones de tanta apatía en el electorado, un 41,35% se quedó sin votar por voluntad propia.

   Deberíamos preocuparnos de hacer pedagogía con el ejemplo, en lugar de sustituir los votos legítimos como los de  cualquier otro, con el título de la entrada, seguramente, las convicciones extremas, desaparecerían.

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