"EL IGLÚ GETXOZTARRA"
La verdad es que entonamos el “mea culpa” en esto de dar “la ídem”. Les pedimos disculpas con antelación, pero creemos que debemos continuar, porque la reiteración municipal nos obliga a denunciar sus “políticas roñosas”.
Por supuesto, sin confundir nuestra calificación por no querer gastar, sino por su color característico. En cambio, las facturas que estos señores representantes hipotéticos, nos pasan a los vecinos no están precisamente oxidadas. La recaudación del IBI, es un buen ejemplo de ello.
En Getxo, ha ascendido a casi 15 millones de euros. Después, vendrán con el cuento en el periódico municipal “Getxo de Usted”, que los impuestos de este año se congelan. Lo que nos lleva a pensar que los habitantes de este lugar, debemos ser pingüinos.
De todas formas, ahora, le ha tocado a la “Plaza de la Vergüenza” de Romo. Las “chapas” nos invaden, hasta llegar a los bancos donde descansar, aunque el “efecto acantilado” previsto por este Ayuntamiento, para nosotros, haya sido un vértigo espantoso al ver el corazón del barrio, todavía más saturado, si cabe (que no cabe), pareciendo colocarnos en el borde de ese precipicio tan singular e incomparable de Getxo (La Galea). Lo que les deja a ustedes en muy mal lugar, porque en este paraje, que los habitantes de este Municipio bien conocemos, lo que predomina precisamente, es el ESPACIO ABIERTO Y NATURAL.
Es increíble la desproporción urbanística perpetrada. Solamente, hay que ver esto último. La estructura de semejante mostrenco con respecto al resto. Pero, esto ya lo sabíamos, al menos, algunos…
Sin embargo, la sorpresa, ha sido observar el resultado “casi consumado”. Lo decimos, porque parece que lo último, son las fotos que protagonizan esta entrada. Aquí, se pueden comprobar como hacen las cosas y los escrúpulos inexistentes de los munícipes gobernantes.
Han pegado, literalmente, dejando un espacio de 15 o 20 centímetros, sin importarles lo más mínimo que algún día esas “casas históricas”, tendrán que arreglar su fachada.
Por otra parte, achicar los pasos hasta lo imposible, aunque sea en contra de las viviendas colindantes, les importa nada, sobre todo, cuando el ejemplo demostrativo, ya lo tenemos en el edificio trasero de su “pirámide presuntamente cultural”.
Es decir, que los edificios sentimentales y antiguos, se mancillan y derriban. No se invierte en la verdadera CULTURA. Por el contrario, se construyen estos “mamotretos naranjas”, ampliamente descritos, manteniendo que el despilfarro, significa dar pasos justificativos en pro de un falso conocimiento.
Además, redundan en el abuso proverbial hacia los vecinos. Aunque, lo que destacan, es que son muy aficionados a introducir con calzador todas sus obras, acumulando “trastos”, en lugar de “liberarnos” de roña carísima y de tanto cara.
