martes, 29 de septiembre de 2015
“DE ESTOS BARROS CULTURALES, ESTOS LODOS POLÍTICOS”
Desde el año 2.008, comienzo de la Crisis aproximado, las encuestas sobre los temas que más preocupan a los ciudadanos españoles han ido evolucionando y sacando una fotografía fidedigna y exacta de lo que está ocurriendo en este país.
De hecho, no hace falta presentar pruebas, porque todos las conocemos desgraciadamente, por sufrirlos en primera persona:
"EL PARO, LA CORRUPCIÓN Y EL PRESTIGIO DE LOS POLÍTICOS".
Un triunvirato muy señalado en este “medallero inquietante” que va alternando en sus posiciones “cajoneras” y color de su distinción, pero manteniendo una constante en la intranquilidad de la paciente población.
Si observamos, las tres, tienen una correlación evidente. El nexo de los dos últimos es muy claro y el primero es la consecuencia de ambos, no mitigándolo ni tan siquiera escasamente y si, en cambio, agravándolo aún más.
El descrédito de nuestros representantes es tal que ha ido exactamente proporcionalmente al nulo interés y frialdad mostrada por las vidas de sus compatriotas. Más que nada, porque los “beneficios” no estaban, ni están en la cercanía de sus paisanos. Tal vez, debiéramos preguntar, si son los de sus partidos políticos o los personales.
Nosotros, nos inclinamos por estos últimos, sino, no estarían tan constante y permanente en ese “pódium plebiscitario”, palabra muy de moda últimamente.
Pero lo peor es que casi siempre, siendo muy generosos o alguna vez, “rara avis”, ustedes señores políticos no saben o no quieren NEGOCIAR porque se les olvida a quienes encarnan. Los ejemplos son muchos, variados y muy denunciados por muchos “sufridores” de estos “dirigentes ficticios”, sin escrúpulos y muy execrables.
Las pautas están al alcance de cualquiera. Nuestra conclusión es repetitiva y clara, no quieren, ni tienen interés por aquellos que les votamos y, por tanto, no demuestran su “PRESUNTO VALOR PROFESIONAL”.
Las actuales Leyes de todos los ámbitos son siempre escasamente pactadas. No hay más que echar una mirada a las principales que debieran ser las bases de una “NACIÓN CULTA”, capaz de evitar cualquier personalismo egoísta.
Leyes tan significativas como la de Educación, sumamente importante para la realización de esto precisamente. Era básico. Desgraciadamente, no se ha conseguido hasta ahora. Ni la Derecha, ni la Izquierda.
Sin ir más lejos, el propio Ex Ministro del ramo, (el peor valorado como tal) señor Wert solicitó al señor Rajoy (Presidente del Gobierno) el nombramiento de la vacante del nuevo embajador jefe de la delegación permanente de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCEDE) con sede en París, con el objeto legítimo de contraer matrimonio, con la señora Gomendio, número dos y Ex Secretaria de Estado de Educación, (fue fichada por la OCDE como directora general adjunta de Educación, hace ya unos meses). Hasta aquí, todo muy normal. La pareja quiere estar junta y es lógico.
Pero, eso lo podrían haber hecho antes de querer imponer una Ley tan contestada y tan poco consensuada con los demás partidos. El rechazo por toda la Comunidad Educativa ha sido evidente, por eso consideramos que se han despedido “a la francesa” de una de las Leyes Estrella de este Gobierno y Partido Popular, sin llegar prácticamente a estrenarse.
Esto es una prueba de la nula credibilidad en la Educación española, ni siquiera los encargados e inspiradores de realizarla han tenido fe en ella.
No nos inventamos nada, es un claro ejemplo del por qué después ocurre en el resto de las demás situaciones actuales.
Todos sus prejuicios salen una y otra vez, da igual cuando se trata de esta Legislación o de otras, como: Laboral, Inmigración, Comunidades Autónomas, o, incluso, de Libertad de Expresión, como la Ley “Mordaza”. Una Reforma de la Ley Electoral con Listas Abiertas. Pero el ejemplo más nítido lo acabamos de ver en Cataluña, dos posturas encontradas hasta incluso después de votar. Así un largo etcétera, que podríamos continuar enumerando…
Por eso, cuando afirmamos que los “grandes perjudicados” de esos posibles beneficios de estos “teóricos eminentes señores”, somos TODOS NOSOTROS.
Si nadie lo remedia, que por lo visto, no tiene ninguna traza, los CIUDADANOS estamos abocados a merecer semejantes representantes y, por experiencia, es muy posible que seamos CULPABLES de ello.
Para ser justos, haremos una excepción, con los partidos políticos “novatos”. Un voto de confianza que ni tan siquiera se lo da esta Sociedad “contaminada”. Les exigimos de la misma manera como si hubieran estado toda la vida democrática, al igual que los actuales y desacreditados veteranos partidos.
Desprestigiar es lo suyo, se niegan a “repartir parte de la tarta” en más trozos y es que su competencia en los “BENEFICIOS” es vital para ellos. Nunca para sus “representados”, que después de su escalada en las encuestas de las preocupaciones de la gente, estos siete años estamos igual, o, peor, porque no se atisban movimientos en eso de pactar con el otro “diferente”, con el único objetivo de favorecer siempre a la mayoría de tus compatriotas y no a unos pocos como hasta ahora.
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