EL RETORNO DEL BOOMERANG

                  SUMA Y SIGUE: ¡A LA SACA!

  El pasado 10 de Septiembre del 2.015, publicamos una entrada que titulábamos entonces: "EFECTO BOOMERANG”. Hoy, la suscribimos palabra por palabra, porque nos parece que la actualidad, nos sigue dando la razón.

Y esto no es que lo afirmemos gratuitamente, con frivolidad y desconocimiento. Lo avalan aquellas fotografías que cualquier vecino de Getxo puede comprobar hoy.

   Para colmo, este, llamado por nosotros, “Efecto Boomerang”, continúa dos años después, golpeándonos, una vez tras otra, provistos con sus “martillos destructores” percutiendo, esta vez, en lo que queda de la “Plaza de la Vergüenza”  de Romo.

En esta ocasión, tratando de enaltecer ese espantoso monumento a la incultura, tristemente famoso, tantas veces nombrado por nosotros como: “MAMOTRETO GODZILLA ARREGI.”

   Sumando otros 600.000 euros a la “factura provisional reconocida” por este Ayuntamiento “HORMIGONERO”, es de 8.373.787 millones de euros (I.V.A. incluido), según el periódico municipal (particular del PNV, decimos nosotros): “Getxo Landa nº 1.424, 16 de Octubre del 2.016”.

   Por otro lado, vemos que nada ha cambiado a la hora de “gestionar” las necesidades más imperiosas para la población getxotarra, por lo que el resultado de semejante artilugio, golpea donde más duele. Son los Barrios y sus gentes, dejando proyectos pequeños y baratos, CON REFORMAS URGENTES, como por ejemplo, los que hemos ido denunciando estas últimas entradas. 

Incluso, lo reconocen y aprueban partidas del Presupuesto Municipal para ello, demostrando su carestía y abandono de años, manteniendo una nula sensibilidad hacia sus ciudadanos.

   Con una vanidad y soberbia encomiables para sus proyectos, jugando por desgracia con la prioridad de los mismos, y, por tanto, con los tiempos a la hora de realizarlos  unos y otros, con lo que los retrasos son prorrogados todavía más.

Creemos que el desinterés y el desdén hacia las personas o grupos asociativos que intentamos colaborar, desde un punto de vista crítico, es ignorado por norma, por lo que ese “palo curvo arrojadizo municipal” siempre choca en nuestras vidas.